Periodismo Kamikaze - Parte 1

Viendo tele y leyendo diferentes críticas en medios impresos y digitales, me hice a la idea de que Pettinato tiene razón: los críticos argentinos son en su mayoría unos cagones tremendos, temerosos ante la mirada inquisitiva del público, de ídolos de barro y de las discográficas caníbales (con Pop Art a la cabeza). Todos hablan de "el renacimiento del rock nacional", pero yo sin embargo veo pura mierda en los medios, en las carteleras, y en las listas de éxitos.

Primero, tenemos a la grasada mas grande del rock argentino, la Bersuit. Gronchos, mersas, escatológicos, políticamente correctos. En una sola palabra, insoportables. Son menos profundos que un charco, con "grandes canciones" como La Petisita Culona o Laten Bolas para dar testimonio de una galopante falta de talento.

Luego de estos impresentables tenemos al "rock barrial", gracias a Dios de capa caída en estos días, que es poco más que cumbia berreta/villera con guitarras y batería. Que "chabón", el "barrio", "birra", "vamo'-lo'-pibe'", "viva-lo'-rolistons-papaa" y todo el verso incoherente que ya conocemos. Demagogia pura, y la incoherente e idiota futbolización de la música (alias la estúpida cultura del "aguante").

¿Ahora que viene? Los ídolos de barro, como Pity y Charly... si, Charly en una época fue grosso, pero esos días quedaron lamentablemente atrás. Ahora si quieren verlo y no estan dispuestos a pagar $58 para verlo 15 minutos y que después cancele el recital, pongan los programas de chimentos que seguramente va a estar ahí queriendo llamar la atención con uno de sus "escándalos". Luego algún pelotudo saldrá a decir que "jojojo Charly está mas allá del bien y del mal", como si se tratase del superhombre Nietzscheano. Y ojo que hacen lo mismo con el pedante de Drogadona. Y de Cristian Álvarez, mejor ni hablar, todos lo tienen como el ídolo/genio y hoy por hoy lo único que hace es bazofias onda "Pila Pila".

Luego de estos ejemplares nos toca ver a las bandas de reggae, todas exactamente iguales, calcos baratos de Los Cafres y de Gondwana. Sus letras se limitan pura y exclusivamente al consumo de chala/hierba/mota/Cannabis y, como se vió en el Blog de Chila, toooodos usan la frase "uhhh noo que loooco maannn".

¿Y que podemos decir del Heavy Metal Argentino? Lamentablemente, este género está estancado desde el '95. Conocido informalmente como Jevi Argento, el metal argentino atraviesa una situación en la que desde su nacimiento, las bandas son "de verdad o de mentira", y eso es pura mierda. Miles de bandas copian/afanan/chorean a Hermética, tanto en imagen como en sonido e incluso en sus logotipos. Letras "con conciencia social", la palabra "metal" al menos 16 veces en cada canción, y siempre anteponiendo el adjetivo al sustantivo en las letras (ej: "metalera adicción"). A eso hay que sumarle que muchos de los mejores instrumentistas del under tocan en estas bandas, pero su talento es desaprovechado enormemente tocando "Destrucción" a punta de pistola como tema final en cada fecha. Uno de los problemas es que son excelentes músicos, pero pésimos compositores.
La "vanguardia" del metal también está en el limbo: el primer disco de Carajo es alucinante, pero desde que Corvata se hizo evangélico/aleluya/movimentario el grupo perdió fuerza y contundencia. Del otro lado, Andrés Gimenez que de las cenizas de A.N.I.M.A.L. sacó D-Mente, un grupo que francamente no le llega a los talones a su anterior banda, por falta de power.

Continuará...